Los vidrios bajo emisivo potencian las cualidades de un doble acristalamiento convencional, contribuyendo de esta forma al ahorro energético, con su correspondiente ahorro en las facturas de luz y gas.

Su composición es similar a la del doble acristalamiento, con la salvedad de que en uno de los vidrios, el de la cara exterior, se deposita, por bombardeo iónico, una fina capa metálica, transparente e incolora.

Este tipo de cristales permite que la temperartura de su casa permanezca constante, ya que impide que penetre el calor exterior en verano y a su vez, en invierno, no deja que se escape el de la calefacción, con el consiguiente ahorro, tanto en aire acondicionado como en gas, que ello supone.